TERAPIA ASISTIDA CON GALLINAS

La compañía de un animal es una fuente inagotable de beneficios para nuestra salud. La eficacia de las terapias asistidas con animales se puede observar directamente durante las sesiones: se ven reducidos los niveles de estrés considerablemente. 

En las terapias asistidas con animales lo habitual es ver perros, caballos o gatos. Sin embargo, las aves también son estupendas para colaborar en las sesiones de terapia.

Casi cualquier tipo de ave puede asistir en estas actividades: loros, canarios, periquitos, ninfas... Pero una de las intervenciones con aves que más se desarrolla últimamente es la terapia con aves rapaces: halcones, águilas, búhos, etc.

La terapia con aves no sólo se desarrolla en grupo o bajo supervisión estricta. También se pueden promover, de manera guiada, la adopción de un pájaro (temporal o definitiva) para ayudar a las personas que necesiten el apoyo de estas mascotas. Los beneficios de adoptar un ave son:

• Los cuidados que requieren son sencillos, así como los gastos derivados.
• Los pájaros no requieren atención constante ni que se les baje a la calle.
• El canto de los pájaros en muy relajante.
• Las aves ofrecen una muy buena compañía.
• Algunas aves, como los loros, pueden incluso aprender a reproducir palabras.

¿Quiénes son los destinatarios?

• Ancian@s que viven sol@s o que están en una residencia.
• Niñ@s con trastorno del espectro autista.
• Niñ@s con diversidad funcional.
• Personas con movilidad reducida.
• Niñ@s o adult@s en riesgo de exclusión social.
• Personas que pasan por una depresión.

Beneficios de la terapia asistida con gallinas.

• Mejoran la psicomotricidad.
• Fomentan la afectividad.
• Aumentan la sociabilidad.
• Reducen los niveles de estrés.
• Reducen la depresión.
• Aumentan la independencia y la autoestima.
• Reducen el ritmo cardiaco.
• Contribuyen a superar otras enfermedades.

Precauciones.

Al desarrollar este tipo de terapias se deben tomar ciertas precauciones previas:

• Las aves de terapia tendrán que ser muy sociables y dóciles. Para garantizar esto, lo mejor es que hayan sido criadas a mano entre personas.
• Se deberá siempre consultar al médico veterinario antes para descartar problemas de salud del animal. Cuando se expone un animal a personas vulnerables, como l@s ancian@s de una residencia o niñ@s, es de vital importancia descartar posibles enfermedades que sean transmisibles entre animales y human@s.
• Del mismo modo, para garantizar la seguridad del animal tendremos que asegurarnos de que los participantes no padecen enfermedades infecciosas ni trastornos que los vuelvan agresivos.
• No se debe realizar este tipo de terapias con personas que tengan fobias a las aves. Para tratar este problema habrá que diseñar una actividad específica, preferentemente bajo la supervisión de un psicólogo o psiquiatra.

Nuestra Terapeuta.

María Teresa Molina Martínez [COMPLETAR]